Los comienzos del despacho tienen sus raíces en la ciudad de Huelva, donde en el año 1980 Miguel García López inicia su andadura como abogado, trabajando en el despacho del entonces veterano y prestigioso Letrado Don Enrique López Márquez.
En el mes de Abril de 1982 abre, ya por su cuenta, el despacho en la localidad de La Bañeza (León). En el año 2010 se incorpora su hija, Sonia García Ferreira, continuando con la misma filosofía inicial de apostar por la calidad, la confianza del cliente y la excelencia profesional.
La defensa de los asuntos se basa en la atención directa y personal de los clientes y en el estudio profundo de cada uno de los temas de que se trate. El despacho se centra, principalmente, en encargos profesionales que requieran de una dilatada experiencia, dedicación, estudio y reputación, limitando el número y naturaleza de los trabajos asumidos.